domingo, 23 de mayo de 2010

Bette Nesmith


La estadounidense Bette Nemisth Graham nació el 23 de marzo de 1924 en Dallas (Texas). Su nombre original era Bette Clair McMurray, modificado tras su matrimonio con Warren Audrey Nesmith cuando ella tenía 19 años. Sin embargo, su matrimonio no cumplió las expectativas y en 1946, tras la II Guerra Mundial, ambos se divorciaron. Bette tenía tan solo 22 años de edad y una situación muy difícil para salir adelante: recién divorciada, con un hijo pequeño del que hacerse cargo y sin trabajo. No obstante, no se detuvo ahí y rápidamente aprendió a mecanografiar para poder así obtener un trabajo como secretaria. Sus sueños desde la infancia no pasaban por dedicarse a la mecanografía, ya que ella siempre tuvo vocación de artista, pero la necesidad le hizo tomar estos derroteros que la acabarían convirtiendo en inventora.

Bette consiguió su primer trabajo como secretaria ejecutiva en el Texas Bank & Trust en 1951. Como se trataba de una mujer muy observadora y le molestaba pensar en la cantidad de papel que se desechaba sin necesidad por los pequeños errores que día a día se producían al escribir con las nuevas máquinas de IBM, decidió buscar una solución factible. En estas circunstancias se planteó un simple razonamiento: si los artistas eran capaces de corregir sus errores cuando estaban pintando sin tener que desechar el lienzo, ¿por qué no se iba a poder hacer lo mismo en mecanografía?

Esta relación de ideas fue la clave que condujo a Bette a crear el Mistake Out (“error fuera”) posteriormente conocido como Liquid Paper. El producto, creado a base de témperas y agua en su propia cocina con una batidora, la acompañaba a su trabajo cada día. De esta manera, cada vez que cometía un error con la máquina de escribir, pasaba el líquido por encima del mismo con un pincel y rápidamente se secaba, pudiendo escribir sobre éste poco después. Sus compañeros de oficina pronto se dieron cuenta de la eficacia del producto y no tardaron en pedírselo. Ella comenzó a suministrarles pequeñas botellas etiquetadas como Mistake Out y pronto se extendió a todo el edificio. La demanda de botellitas por parte de sus compañeros y amistades provocó que su propia cocina se convirtiese en un auténtico laboratorio improvisado.

En este contexto de creciente demanda empezó la Mistake Out Company (1956) desde su casa en el norte de Dallas que contaba con la ayuda de su hijo Michael Nesmith, que posteriormente se haría famoso en la música con su grupo ‘The monkees”. Éste colaboraba junto con sus amigos con el fin de rellenar las botellas con el líquido corrector, siendo sus primeros “empleados”. Pero a pesar del duro trabajo durante horas de su tiempo libre: por la noche y durante el fin de semana, las ganancias siguieron siendo mínimas, aunque Bette no se desanimó ante las dificultades. Su historia tomó un giro cuando un día, tras no poder corregir un error en su oficina, su jefe decidió despedirla provocando que ella se dedicase plenamente a su negocio emergente.

Liquid PaperPrimeramente se dedicó a perfeccionar el fluido, teniendo ciertos obstáculos para tratar de contratar a expertos para ayudar en la producción de su Mistake Out, pero al final logró convencer a un distribuidor de suministros de oficina quien junto con un profesor de química local y un empleado de una empresa de fabricación de pintura, colaboraron en la mejora del producto. En 1958, una revista de la Oficina de Comercio describió brevemente el producto, lo que produjo la demanda de más de 500 pedidos de todo el país. La primera companía que hizo un pedido importante fue la General Electric Company que compró 400 botellas de tres colores diferentes, lo que significaba cuadriplicar la producción mensual normal.

Los años sesenta comenzaron para Bette con alguna recesión en los ingresos, teniendo varios meses de pérdidas. En 1962 tuvo lugar su matrimonio con Robert Graham, quien se unió a la empresa. Los esfuerzos de ambos lograron que se pasara de 500 a 5000 botellas en el ejercicio 1963-64 y tres años más tarde, el negocio ya llegaba al millón de dólares de beneficio por año. Al año siguiente, Bette consiguió automatizar las operaciones, contando con 19 empleados y vendiendo un millón de botellas. Pero todos estos éxitos profesionales no iban en paralelo a su relación amorosa, la cual se deterioraba cada vez más llegando a divorciarse en 1975. Ese mismo año el Liquid Paper se transladó a una oficina central internacional construída en Dallas con 200 empleados, en la fábrica eran capaces de producir 500 botellas por minuto. Con el fin de proteger el invento se solicitó una patente, naciendo así la Liquid Paper Corporation. El crecimiento continuó de forma exponencial y esto causó que se produjeran más de 25 millones de botellas en 1976, aportando unos beneficios netos de 1,5 millones de dólares y pedidos desde 31 países diferentes.

Ella consideraba que el dinero era una herramienta, no una solución a un determinado problema. Con este objetivo creó dos fundaciones con su dinero para “apoyar el bienestar de las mujeres y generar más esfuerzos en los negocios y las artes”. Esta excepcional mujer que se definió como feminista buscando su propia libertad y la de todas los demás mujeres. Fallecía en Dallas el 12 de mayo de 1980, seis meses después de vender su empresa por 47,5 millones de dólares, siendo un gran ejemplo de mujer emprendedora que destacó por su capacidad inventiva y por avanzar ante las situaciones complicadas.

Justo Gallego



Por fin vamos a poner un 'celebriti' al que podais tomar como ejemplo en la vida. Hombre, el señor Heinz también fue un buen hombre, pero como Justo no hay otro.

Justo Gallego Martínez es un ex-monje español que hace nada más y nada menos que 39 años empezó a construir una catedral él solo, en su pueblo natal: Mejorada del Campo (Madrid)
Hay que resaltar que Justo no es ingeniero, ni estudió arquitectura, es más, debido a la guerra civil tuvo que abandonar sus estudios primarios. Solo se sirve de básicos conocimientos leídos en libros antiguos, muchos de ellos en latín.
Técnicamente, no está costruyendo una catedral en sí, ya que no tiene el respaldo de la Iglesia Católica ni los pertinentes permisos de costrucción. A pesar de todo, ha dedicado su construcción a la patrona de España, la Virgen del Pilar.

Un promedio de unas 2.000 personas acuden anualmente a visitar su catedral cada verano. Es en esta temporada, cuando numerosos voluntarios (sobre todo extranjeros) le ayudan en su gran empresa.

Un claro ejemplo de lo que es la tenacidad, la constancia, el esfuerzo y la dedicación puesta en una sola cosa.

Condesa Elizabeth Báthory



El personaje de hoy es cuanto menos, interesante. Sabemos de sobra lo sufrido que es mantenerse joven y guapa cuando llegas a una determinada edad. Por eso, hoy traemos un tratamiento novedoso y barato donde los halla. Es un poco drástico, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Y si no que se lo digan a nuestra amiga la Condesa.

Elizabeth Báthory (o Erzsébet Báthory) fue una aristócrata perteneciente a una de las familias más poderosas del antiguo Reino de Hungría. Hasta aquí todo correcto. Como demandaban las costumbres de la época, a la tierna edad de 11 años ya estaba prometida y siempre mostró una predisposición intelectual excepcional en relación a los nobles de su época, que, a diferencia de ella, eran todos "una panda de analfabetos" según la propia Elizabeth. Llegados a este punto seguro que habreis deducido que nuestra condesa se ha hecho un hueco en este prestigioso lugar de la web por haber llevado a cabo alguna hazaña científica o relacionada con la literatura. Pues no. Nuestra condesa llegó mucho más lejos que todo eso. La huella que dejó en la historia fue mucho más grande.

Según la leyenda, Elizabeth estaba obsesionada con mantenerse eternamente bella. Y claro, los tratamientos de la época no estaban tan desarrollados como las cremas de ahora, que tienen de todo: que si ácido ialurónico, que si peptapéptidos, que si perla micronizada que si bla bla bla... Etonces, nuestra ambiciosa condesa dio con un tratamiento sanísimo y de que no ponía en peligro su gran fortuna.
Según las anotaciones e investigaciones de Jorge Thurzó, nombrado Investigador Real por el Rey, Elizabeth Báthory utilizaba la sangre de sus jóvenes sirvientas y pupilas para mantenerse joven en una época en que una mujer de 44 años se acercaba peligrosamente a la ancianidad. Thurzó registró un total de 612 jóvenes "desaparecidas en misteriosas circunstancias".

Cuando sus prácticas fueron descubiertas, fue confinada en una mazmorra de su propio castillo, de la cual tapiaron ventanas y puertas, dejando solo un orificio para pasar la comida. Murió poco después.
Tras su muerte, sus archivos se sellaron y se prohibió nombrarla en todo el país bajo pena de muerte. Para que veais que sale caro el mantenerse guapa.

jueves, 13 de mayo de 2010

Henry J. Heinz - cátchup, cátsup, Kétchup.



Hoy traemos a un gran hombre. No decimos que Rodrigo de Jerez no lo fuera, pero este hizo algo más que morir.

Seguro que todo el mundo ha probado alguna vez esa maravillosa salsa que queda bien con cualquier comida: el Kétchup. Sí, sabemos que se lo has echado al filete, a la tortilla, a las patatas, a la sopa... y sí, sabemos que todo está mejor cuando es con Kétchup. Pero...¿quién lo inventó?


Henry J. Heinz (1844-1919) fue un empresario de origen estadounidense, que pasó a la historia por convertir la desconocida salsa china ketsiap en la mundialmente famosa Kétchup, solo añadiéndole salsa de tomate. La empresa fundadora lleva su nombre.

Pues sí, ahora cuando volvais a comer kétchup, ya sabeis verdaderamente de donde proviene (y no de la tienda, como dicen algunos...).

Hasta otra.

jueves, 6 de mayo de 2010

Rodrigo de Jerez - No fumeis




Empezamos las primeras entradas del blog con una biografía trágica. En el fondo sabíamos que acabaríamos llenando esto de gente que lo único bueno que hizo fue morir.

El 'celebriti' que traemos hoy está dedicado a todos los fumadores. Fue un hombre que lo único que hizo malo en su vida fue fumar (o descubrir como fumar). Estamos hablando de Rodrigo de Jerez, miembro de la tripulación del buque Santa María (más conocido por ser el buque insignia de la expedición que encabezó Cristóbal Colón en su búsqueda de las tierras Asiáticas (para nuestros compañeros de la LOGSE, sí, Colón no buscaba las Américas, si no que quería encontrar una ruta alternativa de comercio por mar con Asia).

Como no tenemos ni tiempo ni ganas de currarnos una entrada con muchas imágenes bonitas y un montón de datos históricos interesantes, iremos al grano.

Cuando la expedición llegó a América del Sur en 1492, los nativos se les presentaron con curiosas hojas que desprendían una embriagadora fragancia que no tardo en cautivar a los recién llegados. En Noviembre de ese mismo año, Rodrigo y su amiguete Luis de Torre vieron fumar por primera vez, y como no, se aficionaron rapidamente a ese exótico hábito, sin pensar lo que les podría acarrear en un futuro. Y no, no estamos hablando de cánceres, daños en el sistema nervioso ni nada por el estilo. Cuando Rodrigo regresó a la patria cargadito de esa nueva sustancia tan agradable, no se imaginaba el recibimiento que le daría España: La Santa Inquisición le condenó a muerte porque, entonces se creía que el único que podía darle la habilidad de escupir humo por la boca a un humano era el mismísimo Satanás, por lo que le creyeron una encarnación del Impío y le entragon al fuego.

Para que veais, que fumar NUNCA ha sido bueno. Si no, preguntadle a Rodrigo, que estará encantado de daros alguna charla.

Hasta otra.

lunes, 3 de mayo de 2010

Muy buenas



Por fin hemos conseguido encontrar un tema medianamente decente. En este blog se intentará tratar (en la medida de lo posible) la vida de personas que se han ganado nuestro respeto (que no es mucho, pero menos es nada) y por lo tanto, un sitio en este blog. Pueden ser hombres, mujeres, reales, ficticios, malos, buenos, vivos, muertos... ante todo, variedad.

Saludos.